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sábado, 25 de abril de 2020

La gente feliz lee y toma café de Agnes Lugand

INFORMACIÓN GENERAL


"La gente feliz lee y toma café" es la primera novela de la psicóloga francesa que decidió dedicarse a la escritura, nos referimos a: Agnes Martín-Lugand. 

Este relato fue publicado en Amazon en 2012. Al llegar el éxito fue traducido a varios idiomas, está versión en castellano aparece en 2013 con la prestigiosa editorial Alfaguara. 

TRAMA


Parte de una premisa fuerte, Diane pierde a su amado esposo y a su hija. Después de un año, Felix su amigo y socio (de una cafetería que lleva el nombre del titulo del libro) al fin consigue que salga de su casa. Diane hace un viaje a Irlanda solo para que Felix deje de insistir. Al vivir unos meses en un pueblo tendrá varias experiencias, como sentir atracción nuevamente. ¿De que manera continuara su duelo? ¿Tendrá un noviazgo¿Retomara su vida? ¿O los recuerdos la vencerán y se dejara morir?
VALORACIÓN
(8 de  10)

Es una lectura amena y hasta cierto punto divertida. La manera en como la autora maneja el genero romántico es bastante original. Deja como pocos libros una apertura a la secuela. Los errores mas grande, es que no aterriza en frases profundas sobre el duelo, de lo que se esperaría de una psicóloga; no hay un mensaje para el lector es solo una historia que transcurre sin mas; el titulo a diferencia de otras obras no causa impacto, llega a ser hasta engañoso. 

FRAGMENTOS DESTACABLES

"Yo ya sabía lo que estaba preparando, unas vacaciones al sol con todo lo que eso conlleva. Un club de recreo, hamacas, palmeras, cócteles a base de ron adulterado, cuerpos bronceados y brillantes, clases de aquagym para echarle un ojo al monitor; en resumen, el sueño de Félix y una pesadilla para mi. Todos esos veraneantes amontonados unos contra otros en una playa minúscula, o peleándose en traje de noche delante del buffet, horrorizados ante la idea de que ese maldito vecino que ronca les robe la última salchicha. Esa gente que se considera feliz de haberse pasado diez horas encerrada en una carlinga llena de chiquillos ruidosos a su alrededor. Todo aquello me daba ganas de vomitar".
Una opinión negativa y poco común acerca de vacacionar en un hotel con vista al mar. 


- ¡Diane, te has vuelto completamente loca!

- Mamá, no puedo ir, va a ser demasiado para mi. Si los veo desaparecer dentro de una caja, querrá decir que todo ha terminado.

- Colín y Clara están muertos - me respondió-. Tienes que aceptarlo.

- ¡Cállate! Y no iré al entierro, no quiero verlos marcharse.

Me eché a llorar de nuevo y les di la espalda.

- ¿Cómo?- exclamó mi padre.

- Es tu deber- añadió mi madre-. Vendrás y no montarás ninguna escena.

- ¿Mi deber? ¿Me habláis de deberes? Me traen sin cuidado mis deberes.

Me había vuelto con ira hacia ellos. La rabia se había impuesto al dolor.

- Pues si, efectivamente, tienes responsabilidades, y las vas a asumir - me respondió mi padre.

- A vosotros os damos completamente igual Colín, Clara o yo. Lo único que os importa son las apariencias. Dar una imagen de familia destrozada.

- Pero es que eso es lo que somos - respondió mi madre.

- ¡No! La única familia que he conocido, mi única familia de verdad, acabo de perderla.
La etapa de ira le da valor a Diane para confrontar a sus padres. No se ustedes, pero entiendo que Diane no quiera ver a sus seres amados en la caja, porque es algo que voy a hacer.  


Mis piernas consiguieron llevarme hasta la playa. Tumbada en la arena, miraba fijamente el mar embravecido; la lluvia martilleaba mi rostro, el viento y la arena lo azotaban. Quería dormir, para siempre, sin importar dónde. Mi lugar estaba junto a Colin y Clara, y había encontrado un sitio estupendo para reunirme con ellos. Me sentía perdida entre el sueño y la realidad. La consciencia me fue abandonando poco a poco, mis miembros se entumecían, me hundía suavemente. Cada vez estaba más oscuro. La tempestad me ayudaba a marcharme.
Diane pasa por la etapa de depresion en el proceso de duelo.



"Hacía todo lo posible por regresar al mundo de los vivos y dejar de hundirme en delirios paranoides. Una mañana me sorprendí sintiéndome menos machacada al despertar y me entraron ganas de escuchar música. Por supuesto que lloré, la euforia no duró mucho. Al día siguiente, lo repetí. Y entonces no pude evitar moverme al ritmo de la música. Poco a poco, volvía a mis antiguas costumbres. Bailaba como una loca sola en el salón".
Diane llega a la etapa de aceptación en el proceso de duelo. 


¿POR QUÉ DEBERÍAS LEERLO? 

Todos, tarde o temprano, afrontaremos al menos un duelo, pues la muerte es inevitable. Este libro de forma sutil te informa que el dolor intenso es parte de la perdida, que abra altibajos, pero al final, un día sin que lo sospeche te sentirás menos machacado y a partir de ahí la situación se hará llevadera.