La felicidad para mì, hermanita, me dijo un dia mientras me destapaba una cerveza y me servía un pedazo de carne asada, es llegar en la tarde a casa, luego de un dia de pura chinga en el bisnes y echarme una cascarita con mis chavitos, oirlos como gritan, còmo ríen ¿sabes? Eso me quita todo el cansancio. Eso es lo que me hace sentir que estoy haciendo las cosas bien.
Lo más cercano a la felicidad para mì a estas alturas, hermanito, sería que mañana me llamaran para decirme que tu cuerpo apareció.
Los días se van amontonando, Tadeo, y hay que comprar el gas, pagar las cuentas y seguir yendo al trabajo. Porque desde luego que a una se le desaparezca un hermano no es motivo de incapacidad. A una le dicen en la sala de maestros cuánto lo siento, ojala que todo se resuelva, me apena mucho tu caso.Una es comidilla de uno, o dos, o tres días, tal vez hasta una semana. Pero luego ese chisme se vuelve viejo. La vida nunca detiene su curso por catástrofes personales. A la vida no le importa si tu daño es colateral o no. La rutina continua y tu tienes que seguir con ella. Como en el metro, cuando la gente te empuja y la corriente te arrastra hacia adentro o hacia fuera de los vagones. Cosa de segundos. Cosa de inercias. Así voy flotando yo, Tadeo.
No, Tadeo, yo no he nacido para compartir el odio, yo lo que deseo es lo imposible: que pare ya la guerra; que construyamos juntos, cada quien desde su sitio, formas dignas de vivir; y que los corruptos, los que nos venden, los que nos han vendido siempre al mejor postor, pudieran estar en mis zapatos, en los zapatos de todas sus víctimas aunque fuera unos segundos. Tal vez así entenderìan. Tal vez asi harian lo que estuviera en sus manos para que no hubiera más víctimas. Tal vez asi sabrian por que no descansaré hasta recuperar tu cuerpo.
Yo tambien estoy desapareciendo, Tadeo. Y todos aquí, si tu cuerpo, si los cuerpos de los nuestros. Todos aquí iremos desapareciendo si nadie nos busca, si nadie nos nombra. Todos aquí iremos desapareciendo si nos quedamos inermes solo viéndonos entre nosotros, viendo còmo desaparecemos uno a uno.
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